jueves, 12 de julio de 2012

ANTIHERO - CAMINO LARGO

Adolecente, desenfrenado, dudas ( PROLOGO 2 )

Las cosas marchaban bien, ya levábamos casi la mitad de año, y un día se acerca una compañera de  liceo la cual era hermana de una compañera que tuve en la enseñanza básica. Esta niña de lentes, baja estatura, siempre vestía un pantalón ajustado color azul, y su otra gran característica era su timbre de voz, un tanto agudo y molestoso en ciertas ocasiones, ella era la Maka. Ella se acerco al grupo donde yo me encontraba con mis amigos  y me dice – Altaír, puedo hablar contigo- me aleje a paso vivo del grupo – Claro, no hay problema-. Ella denotaba cierto estado nervioso de ansiedad, y sin más introducción me comento que tenía una compañera de curso, que yo le gustaba, y que quería ver si a la salida del liceo podía conversar con ella. Por primera vez en mi vida alguien se fijaba en mi persona, y de inmediato empecé a tartamudear – y…y… ¿Quién es? - .Sin más reparo ella me indico que fijara mi vista a un grupo de niñas que se encontraba a unos cuantos metros de donde estábamos, percatándome de inmediato a quien me señalaba Maka. La muchacha se llamaba Lorenza, era de tez blanca, muy bonita, pero de muy baja estatura, al lado de mi metro ochenta, era bien notoria la diferencia, era como una muñequita tierna, al solo mirarla se noto que era una niña tierna. Mire a Maka – emm… ya pues, dale, dile que la espero a la salida afuera del liceo-, Maka se dio la media vuelta y sobre el mismo acto me señalo que le daría el recado.
Volví con mis amigos, y ellos de forma inmediata se acercaron y me consultaron casi al unisonó - ¡weón!, que onda-, Los mire y me causo tanta risa el hecho que se hayan  coordinado de la nada para hacer la pregunta al mismo tiempo, mas la mezcla de nervios que empezaron a aflorar, les comente lo anterior, y ellos me decían que debía “hacerla”. Pasaron los minutos y sonó el molesto timbre de la última hora de clases, teníamos una grata clase de filosofía, con la profe que se caracterizaba por su hermosa voz de pito con falla.
Entramos a la sala de clases, y empezó la clase como siempre, esa fue la clase de filosofía más larga que pude haber tenido, el estado de ansiedad, los estados nerviosos, el pensar en que conversar cuando me enfrente cara a cara, el saber que nunca antes había besado a una mujer, el temor de quizás no atreverme a dar un beso, cosas que me hicieron eterna la clase. Niko me miraba y me decía constantemente – Despabila weón. Estas pegado- y contestaba lo típico - ¿ah?...-, el desviaba la vista y retomaba la atención a la clase, y yo seguía dando vueltas en el mismo pensamiento y estado nervioso, hasta que por fin o por desgracia se oyó el timbre de termino de clases, y comenzó el dolor estomacal.

Iniciamos la marcha hacia el bus, por suerte nos servía el mismo recorrido y éramos casi vecinos, conversamos las típicas cosas que son para interactuar por primera vez y aunque evitamos ser seguidos y observados por nuestros compañeros, nos fuimos casi todos en el mismo recorrido.
Ya llegaba la hora de bajarme del bus y no había sido capaz de dar un beso, hasta que me despedí y nos dimos un beso tímido y casi más cercano a la mejilla, me sentí tan, ingenuo, tan estúpidamente embobado, que llegue a la casa realice unos cuantos trabajos de estudio y dormí.




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